Se realiza atención individual (apoyo biopsicosocial) y grupal (grupos de ayuda mutua).
Cuando el diagnóstico es positivo se observa que cada persona reacciona de forma diferente, pero, aún así, existen ciertos tipos de comportamientos y sentimientos comunes.
En los momentos de estabilidad, el asesoramiento estará enfocado a suministrar apoyo biopsicosocial a la persona infectada, buscando los recursos sociales y sanitarios en la solución de los problemas que le vayan surgiendo; todo ello encaminado a que la persona se responsabilice de su propia salud y bienestar.
Los GAM pueden ser un canal para que las personas se liberen de la angustia y el estrés que puede producir el afrontamiento de un diagnóstico positivo en VIH. Formar parte de un grupo de este tipo facilita la comunicación entre sus miembros de una forma fácil, humana y sencilla. Estas reuniones favorecen cambios de actitud positivos, contribuyendo a una mejora de su calidad de vida.
Se trata de un espacio en el que un grupo de personas que comparten un problema en común, el VIH/SIDA, comparten vivencias, emociones y sentimientos.
Las líneas de actuación son tres: