VIH son las siglas de Virus de Inmunodeficiencia Humana. Se trata de un retrovirus que infecta y destruye nuestro sistema defensivo (sobre todo linfocitos T-CD4). Como consecuencia de ello aparecen determinadas infecciones y neoplasias oportunistas.
VIH y SIDA no son lo mismo. La palabra SIDA corresponde a las siglas de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida y hace referencia a un estado muy desarrollado de la infección causada por el VIH, en el que la capacidad de defensa de nuestro cuerpo está muy afectada. Gracias al tratamiento antirretroviral se puede controlar el estado de la infección por VIH evitando llegar a un estado más avanzado. En España, las principales enfermedades indicativas de SIDA son la neumonía y la tuberculosis.
El virus del VIH se encuentra presente en todos los fluidos de la persona cuando ésta se encuentra infectada. Sin embargo, solo unos pocos de estos fluidos tienen la capacidad de infectar, son: la sangre, el semen, leche materna, flujo vaginal y anal.
Las principales vías de transmisión son la vía sexual (penetración vaginal, anal y oral sin preservativo), vía sanguínea, como es el caso de las personas usuarias de drogas inyectadas que comparten material y la vía vertical, que se produce durante el embarazo, parto o la lactancia.
El VIH no se transmite por:
Aproximadamente 43,8 millones de personas viven con VIH en todo el mundo. En España, al día de hoy, se calcula que entre 150.000 y 180.000 personas viven con VIH. Se diagnostican al año a unas 4.000 personas, es decir, al menos 10 diagnósticos diarios.
Aún con estos datos, existe un gran numero de infecciones por VIH no diagnosticadas (diagnostico oculto) debido a varios factores, por ello es tan importante informar, eliminar estigmas e incentivar a la población a hacerse la prueba, evitando así nuevos contagios.