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1 diciembre 2023

DÍA MUNDIAL DE LA RESPUESTA AL VIH 2023


Envejecimiento y calidad de vida para nosotras y con nosotras

¡Vivimos, resistimos, amamos…¡y envejecemos!

Cada año nos unimos en las calles, alzando nuestras voces en un clamor por los derechos que merecemos. Aquí estamos, defendiendo que las personas con VIH seamos protagonistas indiscutibles en cada aspecto de nuestra salud.

¡Vivimos, resistimos, amamos y… envejecemos! Esta es nuestra historia, un testimonio de coraje que ha transformado el mundo, pero este cambio no habría sido posible sin muchas de las personas que ya no están y a las que hoy queremos recordar de manera muy especial. Muchas personas se fueron y las que quedamos construimos una comunidad aferrándonos las unas a las otras, y durante muchos años aprendiendo a morir, a vivir sin planes y sin futuro. Hoy somos supervivientes y seguimos aprendiendo, pero esta vez aprendemos a envejecer y nos atrevemos a soñarnos viejas y a hacer planes de vida. 

Es cierto que vivimos más y mejor, pero seguimos teniendo retos. Echando la vista atrás, este año se cumplen 40 años de la Declaración de Denver, en la que cuando la crisis del SIDA empezaba a tomar carrera en EEUU, un grupo de hombres gais con sida reunidos en el Foro Nacional del Sida de Denver, se propuso terminar con el estigma asociado a la enfermedad y reivindicó la asistencia sanitaria como un derecho humano. En esta travesía, las mujeres lesbianas y feministas desempeñaron un papel crucial. 

Nos unimos en la lucha por la igualdad, enfrentando no solo la epidemia del VIH, sino también desafiando las normas de género impuestas. 

Este momento, por la trascendencia que tuvo, se puede decir que fue el principio de nuestro activismo. De esta forma, empezamos a crear comunidad, una comunidad que ha recorrido un camino que no ha sido fácil, un camino en el que hemos peleado por el derecho a la vida, una vida sin estigmas ni discriminación, por el derecho a una vida plena.

Empezamos exigiendo recursos para la investigación y acompañando a quienes se despedían en los momentos más difíciles de la pandemia. Empezamos luchando por el derecho a vivir, para exigir recursos para la investigación y al mismo tiempo, creábamos redes  comunitarias para acompañar a morir. Eran los tiempos más difíciles de la pandemia. Con la llegada de los primeros antirretrovirales, luchamos por reducir toxicidades y aprendimos a abrazar una esperanza de vida renovada.

¡Vivimos, resistimos, amamos…y envejecemos queriendo mantener la plenitud de la vida! Todos estos procesos paulatinos de nuestra historia los seguimos desarrollando desde nuestras organizaciones, pero estamos ante un cambio de paradigma. Este momento está caracterizado por la cronicidad, por lo que tenemos que caminar hacia un modelo más proactivo, integrado, coordinado y eficiente que incluya al paciente con VIH en el centro del sistema.

Nos encontramos en un momento de cambio, con la cronicidad como telón de fondo. Debemos avanzar hacia un modelo de cuidados más integral y centrado en las necesidades individuales, no solo las médicas, sino también las psicosociales, con equidad y dedicando tiempo donde más se requiera.

¡Vivimos, resistimos, amamos…y envejecemos haciendo historia! Seguimos escribiendo la historia, seguimos haciendo historia. La participación comunitaria es imprescindible para poner los cuidados como un elemento central que posibilite superar las desigualdades y mejorar día a día la calidad de vida de las personas con VIH, nuestras vidas. Esa comunidad que construimos aferrándonos las unas a las otras está más viva y más fuerte que nunca, porque seguimos teniendo mucho camino por andar y muchas voces que levantar en busca de una justicia social que siempre se ha negado a las personas que llevamos muchos años viviendo con el VIH: acceso al mercado laboral, precariedad de aquellas personas perceptoras de rentas mínimas o de pensiones no contributivas. Y más allá de la justicia social, el derecho a la salud, pero sobre todo a la salud mental con un abordaje que permita afrontar los determinantes subyacentes de la salud, en particular la discriminación y el estigma asociadas al VIH, asi como la soledad no deseada, y el aislamiento social derivados.

Si queremos mejorar nuestra salud, se hace cada vez más necesaria la implementación en las unidades de VIH de intervenciones sencillas, que permitan identificar y manejar en la consulta problemas y trastornos que deterioran la calidad de vida de los pacientes. Estas intervenciones deben tener en cuenta nuestras singularidades: la de las mujeres; la de las personas migrantes; de las privadas de libertad; de las mayores; de las usuarias de Chemsex y de las personas superVIHvientes.

La cronicidad, los avances de ONUSIDA y los efectos de los antirretrovirales nos acercan al fin de la pandemia, pero anhelamos más: la cura definitiva para el VIH. Sigamos enfrentando este desafío juntas, desmontando estigmas, escribiendo una historia de superación que ya lleva más de 40 años.

El año 2023 nos brindó logros significativos: compromisos políticos que enfocan la erradicación del estigma y discriminación ligados al VIH.En junio, la visita del Ministro Miñones a la sede de Cesida marcó un momento crucial al firmar la adhesión de España a la Alianza Mundial de Acciones para eliminar todas las formas de estigma y discriminación relacionadas con el VIH, respaldando así la protección y el cumplimiento de los derechos humanos en relación al VIH. Este compromiso se reafirmó en septiembre durante la Reunión de Alto Nivel en Sevilla sobre VIH, celebrada en el contexto de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Estos hitos son pasos esenciales hacia la priorización de la erradicación del estigma, una muralla que hay que derribar para alcanzar los objetivos establecidos por ONUSIDA para el año 2030.

¡Vivimos, resistimos, amamos… envejecemos!  ¡Y damos gracias por sentir el paso del tiempo! Sí, envejecemos y disfrutamos de vernos y tocarnos y sentirnos viejas porque muchas de nosotras jamás pensamos que fuéramos a hacernos mayores, porque nos diagnosticaron cuando el VIH era una sentencia de muerte y tuvimos, con el tiempo, que aprender a vivir. ¡A vivir! Aunque no todas las personas tuvieron esa suerte y a esas, a esas todavía les llevamos el corazón y les rendimos un homenaje con nuestra sonrisa. 

Un año más, nos encontramos aquí desde la comunidad para decir a las personas con VIH que viven la soledad no deseada, que estamos con ellas y para renovar nuestro compromiso para que llegue el día en el que podamos ver una generación libre de VIH. 

Para seguir conquistando nuestro derecho a vivir y a morir libres de discriminación.

Para que los avances en derechos sociales estén alineados de una vez por todas con los avances médicos y científicos. 

¡Para llegar a este objetivo decimos alto y claro, nada sobre nosotras sin nosotras, nos queremos juntas y VIHVAS!



22 noviembre 2022

DÍA MUNDIAL DE LA RESPUESTA FRENTE AL VIH


KEEP CALM Y HAZTE LA PRUEBA es una llamada a la acción, anima a todo el mundo a conocer su estado serológico.

Desde 1988, se han hecho importantes progresos en la respuesta al VIH y, a día de hoy, tres de cada cuatro personas que viven con el VIH conocen su estado serológico. No obstante, aún queda mucho camino que recorrer, y dicho camino pasa por llegar a las personas que viven con el VIH y no conocen su estado y por garantizar que tengan acceso a servicios de asistencia y prevención de calidad.

Las pruebas del VIH son esenciales para ampliar el tratamiento y asegurarles a las personas que viven con el VIH la posibilidad de llevar vidas saludables y productivas. También es fundamental alcanzar los objetivos 90-90-90 y empoderar a las personas para que tengan capacidad de decisión en relación a la prevención del VIH, de modo que puedan protegerse a sí mismos y a sus seres queridos.

Desafortunadamente, numerosos obstáculos siguen dificultando las pruebas del VIH: el estigma y la discriminación disuaden a las personas de realizarse las pruebas, el acceso a las pruebas confidenciales sigue siendo problemático y muchas personas siguen realizándoselas únicamente tras haber enfermado y padecer los síntomas. 

La buena noticia es que hay muchas formas nuevas de ampliar el acceso a las pruebas del VIH. Las pruebas de autodiagnóstico, las pruebas de enfoque comunitario y las pruebas para el diagnóstico de varias enfermedades están contribuyendo a que las personas conozcan su estado serológico.

En este Día Mundial del VIH, invitamos a todos a sumarse a los esfuerzos de concienciación sobre la importancia de conocer el estado serológico y al llamamiento por eliminar cualquier impedimento para acceder a las pruebas del VIH.

Sobre el Día Mundial del VIH

En 1988 la Cumbre Mundial de Ministerios de la Salud eligió el primer día del mes de diciembre para conmemorar, año tras año, la lucha contra esta enfermedad.

La historia de estos años de pandemia ha estado llena de luces y sombras en la que hemos pasado de aquel lamentablemente famoso slogan de SILENCIO=MUERTE al esperanzador INDETECTABLE=INTRANSMISIBLE; y la respuesta al VIH se ha constituido como un catalizador en la conquista de derechos de las minorías sexuales, de las mujeres y las niñas, de las personas excluidas, migrantes, en situación de prostitución, de las personas privadas de libertad, de las usuarias de drogas, del derecho universal a la salud y el acceso global a tratamientos. La respuesta al VIH ha sido desde sus inicios básicamente una cuestión de derechos humanos.

En estos años, el papel de la sociedad civil ha sido un agente fundamental en la respuesta al VIH y se ha constituido en un ejemplo para muchas otras causas, en un modo de hacer en el que las personas con el VIH hemos sido protagonistas y motores de cambio. Por desgracia, en los últimos tiempos estamos observando el retorno de viejos discursos reaccionarios que atentan contra aquellos derechos que tanto costó alcanzar. Vivimos con preocupación el auge de ideologías machistas, homofóbas, transfóbas y xenófobas, ante las que la sociedad civil NO VA A PERMITIR NI UN PASO ATRÁS.

En España tenemos que seguir trabajando para conseguir alcanzar los objetivos marcados por ONUSIDA para 2025; porque aunque estamos bien situados en los tres primeros objetivos: con un 87% de personas con el VIH diagnosticadas, de las cuales el 94% están en tratamiento y el 90% tienen la carga viral indetectable, lo que quiere decir que no pueden transmitir el virus, ya que INDETECTABLE es igual a INTRANSMISIBLE. Sin embargo, estamos todavía lejos de alcanzar del cuarto 95% referente a la calidad de vida y el objetivo de 0 discriminación.

Por eso, hoy, necesitamos la implicación de todas, todos y todes para que no se produzca un retroceso en la respuesta local, autonómica, estatal e internacional frente al VIH y al SIDA; y trabajar conjuntamente por un mismo fin: conseguir una generación libre de VIH, porque tenemos todas las herramientas para lograrlo.



1 diciembre 2021

1 DE DICIEMBRE. 40 años de VIH. DE INDETECTABLE = INTRANSMISIBLE


Hace cuarenta años, el 5 de junio de 1981, se diagnosticó el primer caso de sida. Desde sus inicios, la infección por VIH y el Sida trascendió lo biológico para convertirse en un fenómeno político y social con una alta carga moralizante, discriminatoria y estigmatizante, que culpabilizaba a las personas afectadas. Muestra de ello es que se empezó a denominar peste rosa, cáncer gay o enfermedad de las cuatro haches, en referencia a los homosexuales, heroinómanos, hemofílicos y haitianos…

La historia de estos cuarenta años de pandemia ha estado llena de luces y sombras en la que hemos pasado de aquel lamentablemente famoso slogan de SILENCIO=MUERTE al esperanzador INDETECTABLE=INTRANSMISIBLE; y la respuesta al VIH se ha constituido como un catalizador en la conquista de derechos de las minorías sexuales, de las mujeres y las niñas, de las personas excluidas, migrantes, en situación de prostitución, de las personas privadas de libertad, de las usuarias de drogas, del derecho universal a la salud y el acceso global a tratamientos. La respuesta al VIH ha sido desde sus inicios básicamente una cuestión de derechos humanos.

En estos 40 años, el papel de la sociedad civil ha sido un agente fundamental en la respuesta al VIH y se ha constituido en un ejemplo para muchas otras causas, en un modo de hacer en el que las personas con el VIH hemos sido protagonistas y motores de cambio. Por desgracia, en los últimos tiempos estamos observando el retorno de viejos discursos reaccionarios que atentan contra aquellos derechos que tanto costó alcanzar. Vivimos con preocupación el auge de ideologías machistas, homofóbas, transfóbas y xenófobas, ante las que la sociedad civil NO VA A PERMITIR NI UN PASO ATRÁS.

En estos 40 años, cerca de 80 millones de personas han adquirido VIH y alrededor de 36 millones han fallecido a causa del sida. En nuestro país más de 200.000 personas adquirieron el VIH de los que cerca de 60.000 murieron por causas relacionadas con el sida. Pese a lo demoledor de estas cifras, los avances en la respuesta al VIH han sido impresionantes. Desde los inicios del presente siglo se ha conseguido reducir alrededor de un 50% la cifra de nuevas infecciones y de muertes relacionadas con el sida a nivel global, y en 2020, 27 millones y medio de personas en el mundo tenían acceso a tratamientos, frente a los 8 millones que había en 2010.

En España tenemos que seguir trabajando para conseguir alcanzar los objetivos marcados por ONUSIDA para 2025; porque aunque estamos bien situados en los tres primeros objetivos: con un 87% de personas con el VIH diagnosticadas, de las cuales el 94% están en tratamiento y el 90% tienen la carga viral indetectable, lo que quiere decir que no pueden transmitir el virus, ya que INDETECTABLE es igual a INTRANSMISIBLE. Sin embargo, estamos todavía lejos de alcanzar del cuarto 95% referente a la calidad de vida y el objetivo de 0 discriminación.

Además, es en la prevención donde de nuevo seguimos fallando. Llevamos casi una década con cerca de 4.000 nuevos diagnósticos al año en España y unas tasas de diagnóstico tardío cercanas al 50%, y no somos capaces de reducir esta cifra y, aunque el VIH nos puede afectar a todos, no deja de ensañarse con las poblaciones más vulnerables. Desde principios de este siglo, la vía de trasmisión del VIH ha sido mayoritariamente sexual, afectando principalmente a hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres, a la población migrante y a las mujeres. Especial relevancia tiene el impacto del VIH en las mujeres transexuales, donde los escasos estudios disponibles hablan de una prevalencia superior al 15%, en las personas privadas de libertad, con una prevalencia superior al 5% ,y en las personas en riesgo de exclusión social. Todo esto, junto al incremento constante de las infecciones de transmisión sexual, nos obliga a replantearnos el modelo de atención a la salud sexual dentro de nuestro sistema sanitario, adaptando los recursos a las necesidades actuales, creando servicios accesibles pensados para las necesidades de las personas y de la salud pública.

Sería injusto no reconocer que en estos los últimos tres años en España se han dado pasos muy importantes en la respuesta frente al VIH. Hemos avanzado en la consecución de los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA, en el mes de septiembre de 2019 la PrEP se incluyó en el Sistema Nacional de Salud, y pese a las dificultades de la actual crisis sanitaria esta importante herramienta ya está disponible en todas las CC. AA. Seguimos avanzando en el desarrollo del PACTO SOCIAL POR LA NO DISCRIMINACIÓN Y LA IGUALDAD DE TRATO ASOCIADA AL VIH, se ha conseguido acabar con la exclusión de las personas con el VIH en el acceso a función pública, y España ha vuelto a estar presente en los foros internacionales, en los que el Gobierno reafirmó el compromiso de nuestro país de contribuir a la estrategia de ONUSIDA para poner fin a la pandemia  como amenaza para la salud pública para el 2030, y alcanzar los objetivos de los cuatro 95% para 2025.

Todos estos logros renuevan nuestro  empeño en seguir trabajando codo con codo con las administraciones para avanzar en nuestros objetivos. Pero para ello seguimos necesitando que se nos escuche.  Por todo ello, hoy,  en la conmemoración del Día Internacional del VIH/SIDA, desde CESIDA y sus entidades miembro reivindicamos que:

Es indiscutible que la actual situación de crisis sanitaria va a tener un impacto económico y social enorme en todo el mundo en los próximos años, pero la COVID-19 pasará y el VIH permanecerá sin cura y sin vacuna algunos años más. Por eso, hoy, tras 40 años de pandemia, necesitamos la implicación de todas, todos y todes para que no se produzca un retroceso en la respuesta local, autonómica, estatal e internacional frente al VIH y al SIDA; y trabajar conjuntamente por un mismo fin: conseguir una generación libre de VIH, porque tenemos todas las herramientas para lograrlo



24 noviembre 2021

COMPROMISO MUNDIAL, RESPONSABILIDAD COMPARTIDA


Llevamos ya cuatro años con la iniciativa de cooperación entre ONGs de Valladolid, que pretenden juntar sus esfuerzos para realizar un trabajo en común de información y sensibilización ante el VIH y el sida y otras enfermedades de trasmisión sexual.

El día 1 de diciembre se ha convertido en una cita ineludible en nuestras agendas, donde entre todos queremos compartir nuestras inquietudes y expectativas con el resto de la población.

¡Os esperamos!



30 noviembre 2020

1 de diciembre: DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRAL EL VIH


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30 abril 2020

¡VUELVE LA ACTIVIDAD A NUESTRA SEDE!


Hoy, más que nunca, conocemos la importancia de saber nuestro estado serológico. Reserva tu cita y hazte la prueba!

 

CARTEL PRUEBA VIH



13 abril 2020

La atención al VIH en tiempos de coronavirus


solidaridad_manos

CESIDA destaca que sus entidades siguen trabajando con poblaciones vulnerables adaptándose a la situación del Covid-19.

La Coordinadora Estatal de VIH-Sida (CESIDA) quiere trasladar su reconocimiento a todas las personas que se encuentran trabajando para mantener servicios y actividades esenciales durante la crisis sanitaria del Covid-19, a  los profesionales sanitarios y, especialmente, a los   de enfermedades infecciosas.  Estos profesionales ya se enfrentaron a principios de los ochenta a la pandemia del SIDA y ahora están  trabajando en primera línea frente al Covid-19.  Por ello CESIDA considera necesario reivindicar nuevamente  la necesidad del reconocimiento de la especialidad de enfermedades infecciosas, algo que viene reclamando desde hace tiempo junto a estos profesionales sanitarios.

Las entidades del tercer sector hemos sabido actuar consecuentemente con la actual situación de crisis sanitaria producida por el Covid-19 y rápidamente hemos reconducido nuestros servicios a las circunstancias del estado de alarma, y todo ello a pesar de las dificultades económicas y de los en muchos casos limitados medios materiales y humanos de los que disponíamos para desarrollar nuestra labor.

Entre las tareas que vienen desarrollando nuestras entidades cabe destacar todas aquellas relacionadas con la dispensación de tratamientos antiretrovirales como son: la recogida de medicamentos de farmacia hospitalaria y entrega a domicilio a personas con VIH con edad avanzada y/o con complicaciones medicas,  el envío de medicamentos a españoles que se han quedado en otros países y de extranjeros que se han quedado en el nuestro o el acompañamiento a migrantes en situación administrativa irregular  para que puedan acceder al sistema y puedan continuar recibiendo su medicación.

Por otra parte, como no podía ser de otra manera, se sigue trabajando en los  centros residenciales y pisos tutelados para personas con VIH sin hogar, en muchos casos sin EPIS que les permitan mantener las mínimas medidas preventivas para el Covid-19, en los  programas de intercambio de jeringuillas, en  los centros de baja exigencia y  en las salas de inyección segura.

Además, nuestras  entidades junto con otras muchas del tercer sector,  están intensificando o poniendo en marcha programas de reparto de alimentos y medicamentos para  trabajadoras y trabajadores sexuales, mujeres transexuales,  población migrante, usuarios de drogas  y otras poblaciones a las que la actual coyuntura de confinamiento ha dejado sin recursos.

Por otro lado las entidades han hecho un esfuerzo para poder seguir dando atención de forma telemática  en aquellos servicios que la actual situación no permite llevar a cabo de forma presencial;  la atención a personas reclusas por vía telefónica mediante la recarga de sus tarjetas de móviles (ya que los permisos para las intervenciones en prisiones han sido anulados), a personas con encierros en casa problemáticos (jóvenes LGTB que no son aceptados por sus padres, violencia de género, pisos compartidos..), la asesoría psicológica online para personas usuarias del chemsex; la atención online a personas recién diagnosticadas del VIH antes atendidas en el servicio de PARES de los hospitales; el mantenimiento de grupos de autoapoyo de forma virtual, así como la edición de materiales sobre Covid-19 y VIH en varios idiomas o la realización de diversos webminars sobre la actualidad del VIH y el coronavirus entre otros.

Por  todo esto CESIDA quiere también rendir un sentido homenaje y reconocimiento a todas las personas voluntarias y entidades del tercer sector por su actuación durante esta crisis  y poner en valor la labor que desarrollan las entidades que forman parte de nuestra Coordinadora, que siguen trabajando y prestando asistencia en circunstancias difíciles con las poblaciones más vulnerables.

En este sentido, queremos invitar a toda la ciudadanía a que en la actual campaña de la RENTA marque la casilla de fines sociales en su declaración del IRPF, apoyando así los esfuerzos que desde el tercer sector se vienen realizando en favor de las poblaciones vulnerables, y que deben seguir siendo una prioridad social tras la finalización de la crisis sanitaria a fin de evitar que aumenten las situaciones de exclusión y discriminación.

Finalmente la Coordinadora Estatal de VIH-SIDA reclama las medidas necesarias para que el impacto del Covid 19 no haga descarrilar el progreso conseguido en VIH, tuberculosis y malaria y provocar muertes adicionales, a través de la coinfección con personas que ya son vulnerables, o por la interrupción del tratamiento y de las cadenas de suministro de medicamentos como vienen reclamando diversos organismos internacionales. Por lo que solicita que los recursos que se destinen a combatir el coronavirus sean complementarios a la lucha contra estas enfermedades, sin reemplazar o desplazar los servicios existentes.

https://www.cesida.org/la-atencion-al-vih-en-tiempos-del-coronavirus/



2 abril 2020

Folleto COVID-19 y su relación con el VIH


Ante las dudas que muchas personas que viven con VIH están teniendo en relación al coronavirus, gTt-VIH ha elaborado una pequeña guía informativa. Para descargarla: gtt-vih.org/participa/historias_personales/coronavirus_y_VIH

Visita nuestra página y nuestras redes sociales para enterarte de toda la información actualizada.

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